Cuando decimos la verdad sentimos una liberación por dentro... es algo que no tiene precio... te quedas bien agusto, te quitas un peso de encima... es una sensación de bienestar... pero esta la otra parte... cuando la oyes y no te gusta, es un puñetazo en toda la cara, una patada en tus partes más intimas, es una losa que cae sobre ti y te deja hundido, hecho un adefesio...
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